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Transcripción del artículo:

Francesc Julià, desde los 22 años al frente de Ferretería Julià: “Fue un reto económico y de gestión”

20/02/2024•FerreteríasLeyre Esparza

El propietario de Ferretería Juliá relata a este medio cómo fueron sus inicios en el sector. Actualmente, su ferretería es la mejor valorada en Google de toda Barcelona, ya que ha obtenido una puntuación de 4,9 y un total de 323 reseñas.

Francesc Julià Llurba tan solo tenía 22 años cuando decidió ponerse al frente de lo que ahora es su negocio y gran vocación: Ferretería Julià.

Este establecimiento, ubicado en la calle Pla de Fornells, se ha convertido después de más de dos décadas en la ferretería mejor valorada según las reseñas de Google de toda Barcelona. Concretamente, el negocio ha obtenido una puntuación de 4,9 y un total de 323 reseñas.

Echando la vista atrás, Francesc nos cuenta que anteriormente trabajaba de lampista (fontanero y electricista) y se adentró en el sector de la ferretería y bricolaje en el momento en el que le ofrecieron el puesto de dependiente en una ferretería de Sabadell.

“Estudiaba por las tardes y trabajaba de lampista por las mañanas. Se me presentó la oportunidad de trabajar en una ferretería de Sabadell y acepté. Me gustaba atender los variados retos que planteaban los clientes de bricolaje respecto a sus averías en casa. Como conocía los materiales, les podía atender y solucionar sus problemas. Después de dos años y medio, un comercial me comentó que se jubilaba un cliente suyo en Barcelona. Se trataba de una lampistería de 35 años de antigüedad, que también comercializaba productos de ferretería, y me comentó que, a pesar de estar casi sin material, podía ser una buena opción. Así nació Ferretería Julià”.Francesc Julià

Un reto económico y de gestión

A pesar de que el negocio dispone de una dilatada trayectoria, los comienzos no resultaron del todo fáciles. Francesc reconoce las dificultades con las que se topó en el momento que asumió esta gran responsabilidad.

“Me planté con 22 años recién cumplidos, casi sin material y tomando nota de los pedidos para ir después todos los mediodías a contactar con distribuidores. Le di una nueva imagen al negocio y amplié la familia de productos. Fue un reto económico y de gestión, además de que tuve que convencer a la clientela de que, a pesar de mi edad, estaba capacitado para asesorar y solucionar problemas”.Francesc Julià

Ya han pasado más de dos décadas desde entonces, puesto que Ferretería Julià abrió sus puertas en 1999. A día de hoy, Francesc continúa solo al frente del negocio.

El espacio cuenta con una superficie total de 170 metros cuadrados y está especializado en distintas familias de productos que tienen que ver con material eléctrico y fontanería, cerraduras y herrajes, carpintería, pintura, grabado de placas (buzón, rotulación para comunidades, etc.) herramientas y tornillería, entre otras.

Después de más de 20 años, Francesc asegura que los principales desafíos que se presentan en su día a día en la ferretería tienen que ver con el “papeleo con administraciones, la gestión del reciclaje, el servicio de recogida, el etiquetado de algunos productos, la factura electrónica que pasará a ser obligatoria y, en general, conocer las normativas que se van publicando”.

La importancia de Google

Francesc asegura que, durante este tiempo, el barrio ha cambiado mucho, ya que apenas quedan tiendas abiertas. No obstante, confiesa que “su número de clientes se ha mantenido, e incluso ha ido en aumento, gracias a la web e internet”.

“Las reparaciones y el mantenimiento en el hogar siempre están presentes. Lo que antes eran explicaciones, medidas y piezas ahora son fotos que trae el cliente y correos electrónicos, y resulta habitual ver la foto e intentar averiguar lo que nos piden. En un barrio de una ciudad donde cada vez quedan menos tiendas, supone todo un reto mantenerse y es de agradecer la confianza que los clientes depositan en la ferretería”.Francesc Julià

Según este propietario, cada vez el usuario demanda más asesoramiento profesional, pero también trabaja cada día en su canal online y fomenta entre sus clientes la realización de reseñas y comentarios.

“Han venido varias personas a la ferretería porque nos han encontrado por Google y al resto de clientes también los animo a que dejen un comentario o reseña. En el momento actual, con la competencia de las grandes distribuidoras online, es de gran valor y estoy muy agradecido por la puntuación”.Francesc Julià

Respecto a su web, Francesc afirma que ha trabajado durante un año en su renovación y el objetivo consiste en “mantener el nivel conseguido y generar más ofertas”. Además, confiesa que se plantea “dar el salto a las redes sociales”.

“Siempre intento que el cliente online se sienta como si estuviera en la tienda física y, además, trato de atender de la forma más eficiente posible, sin hacer distinción de la persona que compra una arandela, o el que realiza una gran compra”.Francesc Julià

Ferretería Julià abrió sus puertas en 1999. Con anterioridad en el local había ferretería lampistería Casas, un establecimiento con 35 años de antigüedad. Francesc Julià, su propietario, aportó dinamismo y voluntad de servicio generando valor añadido a los productos, lo que le permitió ganarse la confianza de los vecinos del barrio así como de las empresas no solo de la zona de Nou Barris sino de toda Barcelona y en la actualidad Ferretería Julià da servicio a nivel nacional con la venta on-line. La experiencia de sus integrantes como ferreteros, así como una amplia trayectoria como lampista, hace que los profesionales se identifiquen y confíen en profesionales conocedores de la problemática diaria de los instaladores. El asesoramiento experto a profesionales y usuarios finales hacen de Ferretería Julià un punto de encuentro sectorial y del hogar. En Ferretería Julià tenemos claro que la atención personal es un valor añadido que permite reafirmar el papel del comercio.

Ferreteria Julià en prensa

Transcripción del artículo: Una ferretería que ha sabido consolidarse en el barrio de les Roquetes (Barcelona) Cuando Francesc Julià abrió su ferretería en 1999 tenía 20 años. Antes, en el mismo local, estaba la «Ferretería Casas», un establecimiento con 35 años de antiguedad. En sus inicios, Francesc tuvo que ganarse la confianza de los vecinos del barrio. Lo que muchos no sabían, es que, pese a su juventud, antes ya había trabajado en otra ferretería y que también estubo trabajando durante mucho tiempo de lampista con su cuñado. En Ferretería Julià encontramos material eléctico, pinturas, menaje del hogar,… pero sobretodo consejos expertos. En un establecimiento de este tipo, a menudo los clientes necesitan la solución a un problema antes que un artículo concreto, y por eso es importante saber qué se vende y qué es lo más adecuado en cada caso. Francesc tiene claro que la atención personal es un valor añadido que permite consolidar el papel del pequeño comercio.